Me bautizaron y no me avisaron… (Reincidente)

Esta es la iglesia que elegimos eta vez!

Aquí estoy, una vez más con los preparativos de un bautismo. La iglesia ya reservada y empezando a pensar en los adornos, souvenirs, recuerdos… ¡Se viene el bautismo de Sapito Bebé! Si, si, lo sé, lo importante del bautismo es el bautismo en si, no la fiesta o los recuerdos. Pero no puedo evitarlo, ¡me encanta! Y si, una vez más, voy a bautizar a un hijo sin su consentimiento jejejeje. 

¿La fecha? El 4 de enero… Imaginen como voy a quedar con tanta fiesta… creo que ahora si voy a salir rodando jejeje… Pero bueno, esta vez decidí no hacer dos fiestas, si no todo en uno: Primer añito y bautismo… Aprovechemos el primer cumpleaños para bautizarlo… ¿O aprovechamos que queremos bautizarlo y le festejamos también el primer añito? La verdad que ya ni sé, pero ¿qué importa? ¡Si va a haber fiesta y piñata! Aunque sospecho que la fiesta va a ser más para Sapito Mayor que para Sapito Bebé xD

Y a propósito de esto… Este importante evento me hizo recordad a un post que escribí hace algún tiempo… Haya lejos, lejos (como dice mi hijo), en los comienzos de Diario de Mujer. Por cierto, este post quedó atrás junto con el blog y con el foro, para dar paso a la revista.

Y sigo pensando absolutamente lo mismo, aunque sigo sin poder evitar bautizarlos, simplemente no me cabe en la cabeza 8así de necio soy), hoy he decidido volver a compartir ese post. Y aquí va (lo copiaré tal cual fue escrito aquella vez)


«♪♫♪ Me bautizaron cuando tenía 2 meses y a mi ni me avisaron.
Hubo fiesta, piñata y a mi, ni me preguntaron… ♪♫♪»


Bueno, fue esta canción de Arjona la que me inspiró para hacer este post. Y si, me bautizaron y no me avisaron. Y paradójicamente hice lo mismo con mi hijo. Entonces me surge un interrogante, ¿por qué bautizamos a nuestros hijos? ¿Lo hacemos por motivos espirituales o por razones sociales? Por mi parte, crecí en una familia católica, dónde el bautismo era casi tan natural como nacer, por eso la idea de no bautizar a mi hijo ni siquiera cabía en mis pensamientos. Y no porque creyera que mojando su cabeza con un poco de agua sobre la cual un hombre común, de carne y hueso, dijo unas cuantas plegarias iba a ser mejor persona o ganarse el cielo. (No me malinterpreten, como dije, soy católica, pero me cuesta mucho creer en la Iglesia que, después de todo, es una institución humana y que comete bastantes pecados). 

La razón por la que yo decidí bautizarlo tuvo más que ver con algo que ya tenía incorporado, una tradición. Y probablemente no fui la única. Seguramente no fueron pocas las familias que bautizaron a sus hijos pero nunca más en su vida volvieron a mencionar a Dios ni a la Biblia. Incluso conozco gente que bautizó a sus hijos cuando ellos mismos no están bautizados o pertenecen a otras religiones en las que el bautismo no esta contemplado. Y tampoco pensamos si nuestro hijo realmente lo desea, simplemente lo decidimos por él. ¿Por qué no realizar el bautismo cuando este en condiciones de decidir por si mismo? 

Pero claro, el bautismo esta socialmente instaurado, y debe ser cuando los niños son pequeños. Y además de todo, es un motivo para celebrar. Si, tuve tremenda fiesta, torta, souvenirs, música y mucho alcohol. Pero no es ese el objeto del bautismo, ¿verdad? Tal vez sea momento de recordar un poco los motivos espirituales de esta «tradición», tan importante para los católicos. Y aun cuando decidamos bautizar a nuestros hijos cuando pequeños, por tradición, tengamos en cuenta lo que el bautismo significa espiritualmente. Pero sobre todo, tengamos en cuenta que sigue siendo una tradición y el que una persona no este bautizada no significa que este en pecado o que vaya a ser una mala persona. 

Y si es un motivo para celebrar, que sea un motivo también para reunirnos con nuestros seres queridos, aquellos que vemos con frecuencia y aquellos a los que no vemos tanto. Aun así sigue siendo una tradición importante para los católicos, más allá de lo que en verdad signifique, más allá de quien lo imparta. Y seguiremos haciéndolo ¿verdad? Pero sería bueno que la decisión de bautizar a nuestros hijos pase más por un deseo propio que por el simple hecho de que este «socialmente instaurado». Si lo hacemos, que sea por nuestra propia convicción.

Y tengamos en cuenta que el bautismo significa la iniciación del pequeño en una religión, la católica, así que sería bueno que la respetemos.

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0 comentarios

  1. ¿No está en los archivos? Este post me encanta jaja. Yo desistí de hacer cualquier celebración que conlleve darle de comer a las de diez personas. Yo hace tiempo me metía en todos estos festejos religiosos pero ya me cansé, una se mata para un rato y unas fotos! Prefiero reunir el dinero para irme de paseo con los chicos, es más rentable.

  2. jejejejeje… nooo, me fije, si no no lo publicaba!

    Cierto lo que decis, pero no sólo con el bautismo, es valido para cumpleaños, bodas y demás!! Es que al final, uno es el que cumple años y termina pagándole la comida a los demás… jajajajaja
    Pero bueno, supongo que me gusta eso de armar la gran fiesta… ¡y cuánto más cosas se lleven mejor!

  3. ¡Vaya lucha me traigo yo con el futuro papa porque se niega a bautizar a la bichilla! Él no es nada creyente y piensa que lo mejor es esperar a que crezca y pueda decidirlo por ella misma, pero yo no estoy nada de acuerdo. Y parece que no hay forma de convencerlo.

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