Un desastre en la cocina (anécdota)

cupcakes futbol

A una semana y pico del cumpleaños de mi hijo mayor, me agarró el ataque de nohiceuncarajo. Bueno, a decir verdad, faltaba toda una semana, teniendo ya el salón señado, la torta encargada, golosinas recién compradas, stickers y envoltorios listos para usar. Sólo faltaba armar el candy, los pinchos, las bolsitas, escribir las tarjetas y ya. Pero para mi, que suelo empezar meses antes de la fecha y tener todo listo con mucha anticipación, esto era un desastre.

Además de todo eso, había algo que quería hacer. Hace poco me compré un pico de pasto para manga. Mi idea era hacer unos cupcakes futboleros que saqué de lamegafuentedeinspiración Pinterest. He aquí (me da un poco de vergüenza enseñarles la imagen, porque no se como quedarán, pero bueno, después saldra algún post anecdótico de expectativa-realidad).

La cocina no es mi fuerte, para nada. Odio cocinar, aunque me gusta la repostería. Eso no quiere decir que sea buena. Por eso necesitaba probar el pico y practicar un poco. Cabe aclarar que he intentado hacer cupcakes decentos cientos de veces, con resultados para nada satisfactorios. Pero estos se veían bastante sencillos.

Como estaba muy ocupada, decidí que no iba a hacer cupcakes, rellenar los pirotines y estar atenta al horno durante tanto tiempo no era buena idea. Mejor un bizcochuelo y probar el frosting encima. Más simple. Una hora al horno y chau.

Pero, claro, yo no tenía en cuenta que el domingo no era mi día, más bien era mi martes 13 (irónico que en realidad lo sea hoy)

Ya arrancamos mal con la cocción. Si alguien alguna vez se ha informado sobre secretos para hacer tortas perfectas, debe saber que el horno no se abre, por lo menos hasta que hayan pasado 45 minutos de cocción. Así que durante los primeros 45 minutos ni me preocupe. La fui a ver pasado ese tiempo. Abrí el horno y la saque, confiada de que ya casi estaba. Pues no. Había crecido, sí, pero estaba completamente cruda.

Bueno, la deje hasta que se cumplió la hora. Cuando la fui a ver, había mejorado, pero el centro seguía tan crudo que se movió apenas intenté sacarla. Cansada, hice algo que no se debe hacer: levanté la temperatura del horno.

A todo esto, recordé que la única manteca que tenía estaba en el frizzer y me había olvidado de sacarla. La puse sobre la cocina con la esperanza de que se descongele. Cosa que no pasó.

El bizcochuelo tardó una hora y cuarto en hacerlo. Entonces lo retiré y me dispuse a hacer otra cosa que no debe hacerse: descongelar la manteca en el micro. Total, sólo estaba probando. El frosting salió muy bien a pesar de eso.

Pero cuando intenté desmoldar el bizcochuelo, terminé partiéndolo por la mitad, porque estaba demasiado pegado. Cuestión, que terminé usando las partes que, más o menos quedaron completas para probar mi nuevo pico. El resto, bueno, digamos que lo indios no lo desperdiciaron. Un poco de dulce de leche y al buche.

Lo bueno de todo esto es que el pastito quedó de 10, y era bastante sencillo hacerlo.

Podés ver el resultado en este post (no se asusten jajaaj)

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