¿Puedo comer papa si tengo diabetes? Descubrí cómo cocinar la papa de forma correcta, qué porciones elegir y qué errores evitar para cuidar tu glucosa sin resignar sabor.
¿Puedo comer papa si tengo diabetes?
¿Puedo comer papa si tengo diabetes o debería evitarla por completo?
Si tenés diabetes, seguro te hiciste esta pregunta más de una vez. La buena noticia es que no tenés que eliminar la papa de tu alimentación, sino aprender a consumirla de forma inteligente.
¿Cómo cocinar la papa para que no suba tanto la glucemia?
La papa puede formar parte de una alimentación equilibrada, pero la forma de cocinarla cambia muchísimo cómo afecta la glucosa en sangre. Estas son las mejores opciones
1. Hervida y enfriada (¡clave!)
Cuando hervís la papa y la dejás enfriar varias horas —o de un día para otro— se forma almidón resistente, un tipo de fibra que el cuerpo no absorbe como glucosa.
✔️ Podés comerla fría (tipo ensalada) o recalentarla suavemente.
2. Al vapor
La cocción al vapor mantiene mejor la estructura del almidón y eleva menos la glucemia que el puré o lo frito.
✔️ Ideal combinarla con vegetales y proteínas.
3. Al horno con piel
La cocción al horno es una buena opción si la porción es controlada.
✔️ La piel suma fibra.
✔️ Evitá el puré: aumenta mucho más rápido la glucosa.
Tips para reducir aún más el impacto glucémico:
- Combiná la papa con proteínas (pollo, huevo, pescado) y grasas saludables (palta, aceite de oliva).
- Elegí porciones pequeñas (1 papa chica o ½ mediana).
- Priorizá siempre las versiones no fritas.
💡 Dato extra: cuanto más procesada o pisada está la papa, más rápido sube la glucosa.
Puedo comer papa si tengo diabetes
Papa en freidora de aire sin perder el sabor
Esta es una receta simple. A decir verdad, mi primer experimento en la freidora fue papas fritas, pero no quedaron muy bien. Luego, probé con las papas rústicas y las amé. Además, cocinar las papas con la cáscara hace que no pierdan todos sus nutrientes.
Asegurate de lavar bien las papas, luego cortalas en rodajas. Las vas a poner en un bol con un poco de sal, aceite y condimentos. Yo usé provenzal y un poco de ají molido. Una vez más, recomiendo sólo una cucharadita de aceite, de las de café. Te aseguro que es suficiente para todo, incluso para las ensaladas.

Dependiendo la freidora que tengas, quizás necesites precalentarla para un mejor resultado. Luego, lleva de unos 30 a 40 minutos, a 180 grados. Asegurate de ir abriendo para ver como van y revolver un poco. ¡Quedan muy ricas y crocantes!
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